Hace un año asumí como Diputado Nacional, y lo hice con el compromiso de defender a las mendocinas y a los mendocinos, a nuestra producción, a nuestros jubilados y estudiantes, a los sectores más vulnerables de nuestra comunidad y hacer todo lo posible para que Mendoza vuelva a crecer.
Fue un año dificilísimo en medio de una crisis que se veía venir desde que este gobierno asumió hace 3 años y comenzó a conducir al país por este rumbo errático y equivocado, pero que este año mostró sus peores frutos: la recesión, el desempleo, el aumento de la pobreza y del endeudamiento. Sumados a una inflación, un riesgo país y tasas de interés totalmente descontroladas.
En este año que llevo como Diputado Nacional, pude comprobar que la imagen de gobierno moderno y abierto al diálogo -que pretenden vendernos a los argentinos- no tiene nada que ver con una realidad que muestra a gobierno y oficialismo cerrados y encerrados, sin propiciar ningún espacio de verdadero diálogo serio y constructivo que nos permita encontrar entre todos alguna salida a esta debacle económica que vive nuestro país.
En medio de ese contexto tan difícil, y pese a que el oficialismo se resiste a tratar las propuestas que hacemos desde la oposición, he tratado de poner mi granito de arena para cambiar la realidad. El eje que signó este primer año como Diputado Nacional fue el que ustedes mismos me señalaron durante la pasada campaña electoral y que yo asumí como propio.
Para aliviar el bolsillo de los mendocinos, y tal como me comprometí con todos ustedes, propuse para todo el territorio mendocino la Tarifa Patagónica, para que, a la hora de pagar el gas, los mendocinos pudiéramos hacerlo con aproximadamente un 80 % de descuento respecto de lo que pagamos hoy. Así fue como el 9 de abril presenté el proyecto 1807-D-2018.
Y también con relación a la tarifa de gas, cuando el gobierno pretendió cobrar un monto adicional sobre las boletas de gas para
compensar a las empresas concesionarias por los efectos de la devaluación, en una decisión totalmente contraria al sentido común y ofensiva para el común de los argentinos. Para ello, presenté el proyecto de ley 6274-D-2018 el 8 de octubre. La presentación de ese proyecto contribuyó para que el gobierno tuviera que dar marcha atrás con la medida.
Además, en el mismo sentido de poder aliviar el bolsillo de los mendocinos, y también del resto de los argentinos, propuse tres proyectos más que apuntan no solo a mejorar el poder adquisitivo del salario, sino reactivar el consumo, tan deteriorado. Ellos son:
La exención del pago del Impuesto al Valor Agregado para todos los productos de la Canasta Básica de Alimentos, para lograr una reducción del 21 % en el precio final de venta en almacenes y supermercados. Ese proyecto lo presenté el 22 de octubre y se identifica con el número 6615-D-2018.
Los límites a los siderales intereses compensatorios y punitorios que cobran las tarjetas de crédito cuando la gente, imposibilitada de estirar su salario, se ve obligada a pagar el mínimo, y termina generando deuda sobre deuda, sin posibilidad de salir nunca de ese torbellino de usura generado por la avidez de los especuladores financieros. Es proyecto de ley, presentado el 5 de septiembre, lleva el número 5527-D-2018.
En línea con la necesidad de mejorar el salario real, también solicité mediante el Proyecto 4237-D-2018 la urgente convocatoria al Consejo del Salario, para actualizar el Salario Mínimo Vital y Movil, que viene perdiendo contra la inflación, contra el dólar y contra todas las variables de la economía, deteriorando severamente el poder adquisitivo de los argentinos.
También, tal como me comprometí durante la campaña, de hacer algo para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, el 4 de Junio presenté el Programa de Medicamentos Accesibles para Jubilados y Pensionados. Mediante este proyecto se crea no sólo un programa que establece descuentos entre un 80 % y un 100 % sobre el precio de lista de los medicamentos para jubilados y pensionados, sino que elimina las trabas y el tramiterío para gozar de estos descuentos. El proyecto lleva el número 4123-D-2018.
Y fue necesario el 29 de mayo, cuando el gobierno nacional impulsó el ajuste previsional, cambiando la forma de cálculo de jubilaciones y pensiones, presentar un proyecto de ley, que lleva el número 3292-D-2018, para dejar sin efecto las reformas previsionales establecidas en la ley 27.426.
Pero no sólo fue mi preocupación aliviar el bolsillo de los argentinos con estos proyectos de ley, sino que también propicié el 15 de marzo, la creación del Programa de Protección, Promoción y Mejoramiento de la Vid y sus múltiples productos derivados, mediante el proyecto de ley 0929-D-2018, consistente en la prohibición de la importación de vino a granel y el mejoramiento productivo mediante acciones directas de política fiscal como créditos subsidiados del Banco Nación.
Y también, recientemente, el 12 de diciembre, mediante el proyecto de ley 7596-D-2018, propuse la creación de un Programa de Promoción de Nuevas Inversiones Industriales, consistente en la exención durante dos años de todos los impuestos de origen nacional para proyectos de ampliación de plantas existentes o para la instalación de nuevas plantas que impliquen obras de infraestructura, compra de bienes de capital y generación de puestos de trabajo, protegiendo, además, a las economías regionales existentes.
Pero también, viendo cómo empresarios investigados por hechos de corrupción eran detenidos, puestos en libertad, y nuevamente detenidos a través de maniobras, donde sólo se siembra confusión, y ya no se sabe quiénes son culpables y quiénes son inocentes, decidí proponer que las empresas investigadas por hechos de corrupción queden excluidas de participar en licitaciones para contrataciones del Sector Público Nacional, hasta que se aclare su situación. Este proyecto lo presenté el 22 de octubre mediante el proyecto de ley 6614-D-2018.
Por último, presenté otros tres proyectos que buscan la defensa de causas concretas. En primer lugar la defensa a las mujeres que sufren discriminación laboral; en segundo lugar los empleados de las delegaciones nacionales del interior que están siendo sistemáticamente despedidos y en tercer lugar, la soberanía en las decisiones de política económica argentina.
Defensa de las mujeres que sufren discriminación laboral. Presenté un proyecto para que cuando existiere una discriminación laboral hacia una mujer, las sanciones sean de aplicación automática, mientras se sustancia la investigación. De ese modo, se logra una lucha concreta y no sólo declamativa por los derechos laborales de las mujeres. Lo presenté el 22 de marzo y lleva el número 1319-D-2018.
Defensa de los empleados de las delegaciones nacionales en el interior del país. Cuando el Gobierno Nacional comenzó a aplicar su política de ajuste, en las delegaciones del interior comenzaron a sucederse cese de contratos y despidos de personal. En defensa de ellos, propuse la declaración de vulnerabilidad y por ende la protección de todos los empleados de delegaciones nacionales en el interior durante doce meses. Lo presenté el 16 de junio y lleva el número 4406-D-2018.
Por último, también me vi obligado a intervenir en defensa de la soberanía argentina a la hora de diseñar su propia política económica. Y lo hice cuando el gobierno nacional cedió el manejo de su política fiscal y monetaria al Fondo Monetario Internacional. Por eso, el 5 de junio de 2018, propuse mediante el proyecto de ley 4157-D-2018, que cuando un préstamo con algún organismo multilateral de crédito condicionara la política económica nacional, dicho acuerdo debe pasar obligatoriamente por el Congreso de la Nación, y ser aprobado antes de que tenga efecto real. De esta manera puse mi granito de arena en defensa de la soberanía económica argentina, tan entregada por el actual gobierno.
En el mismo sentido, expresé mi repudio a la instalación de una oficina del Fondo Monetario Internacional dentro del Banco Central de la República Argentina, que significó todo un símbolo de esta entrega de soberanía. Expresé mi repudio a través del proyecto 6669-D-2018 el día 25 de octubre pasado.
Pero además de estos que son los proyectos más representativos de mi autoría, participé como coautor de numerosos proyectos de ley, de resolución y de declaración, en este mismo eje de defensa del bolsillo de los mendocinos y de los argentinos, de sus derechos, y de la posibilidad de vivir en un país que ofrezca oportunidades
equitativas para todos. En este marco, fui coautor de más de 20 proyectos de ley, de resolución y de declaración, que defendí en el recinto y en las salas de comisiones.
Estoy sumamente satisfecho por el trabajo que gracias al acompañamiento de todos ustedes pude realizar en el Congreso de la Nación, llevando la voz de los mendocinos al recinto parlamentario, y exponiendo sus inquietudes, sus preocupaciones y sus anhelos. Lamentablemente el oficialismo gobernante desoye nuestras voces y la mayoría de las veces, nuestros proyectos quedan sólo en eso. Pero seguiremos trabajando para que cada una de estas iniciativas se conviertan en ley, y si no, quedarán como testimonio de nuestra posición irreductible de defensa de las mendocinas, de los mendocinos, de los sectores más vulnerables y de nuestra visión sobre cuál es la manera de que dejemos de lado este modelo de exclusión y ajuste y podamos volver a crecer.
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